Martin Messier: Impulse

La instalación audiovisual Impulse de Martin Messier propone una analogía poética y tecnológica del funcionamiento del cerebro, en la que la energía se hace visible por unos caminos de luz que viajan entre grandes paneles metálicos.

Compuesta por cinco secciones yuxtapuestas suspendidas en el aire, cada una de ellas formada por dos paneles metálicos unidos entre sí por ocho cables que se iluminan usando un sistema informático de luz y sonido, la obra se concibe como una metáfora del cerebro humano en la que el flujo lumínico, como la energía, se disemina por toda la estructura. Los cables que unen los paneles actúan como axones y el espacio intermedio como espacio sináptico.

La instalación crea una coreografía errática e intermitente que tiene un efecto electrizante y amplifica los sentidos del espectador, comprometiendo su vista, su escucha y, finalmente, todo su cuerpo, a través del efecto de la propagación polisensorial. En Impulse, el influjo que normalmente responde a un estímulo codificado por el cerebro se convierte en un estímulo en sí mismo.