Una fila (row en inglés) es una forma básica para estructurar datos, desde las matemáticas hasta las doce notas de la escala cromática en la música. Hay infinitas filas de datos flotando en el aire cada segundo, que se transforman en mensajes y voces. Estas unidades de información se convierten en símbolos que forman palabras, las palabras se combinan para convertirse en frases, y las frases traducen nuestras ideas y pensamientos.

El colectivo artístico colaborativo Tundra, afincado en San Pertsburgo, ha sido desafiado a experimentar con la tecnología de datos y a analizar sus posibilidades para crear una experiencia audiovisual. El resultado es la idea detrás de esta instalación holográfica escalable basada en datos, que explora la percepción de la información, el lenguaje y el diálogo.

ROW se construye a través de una formación modular de pantallas holográficas que permite crear filas de distintas longitudes y formas, adaptándose a cualquier espacio. Estos dispositivos traducen datos del sonido ambiental en imágenes lumínicas, que se trasladan de una pantalla a otra con un ligero retraso. El resultado es una serie de patrones en movimiento que logran resaltar y reflejar las características espaciales del lugar donde está instalada.